martes, 26 de noviembre de 2013

Crónica: La sirena de Huacachina

 
La Huacachina es un oasis en medio del desierto del departamento de Ica, a solo 5 km al oeste de la ciudad, en medio de dunas del desierto. Este centro turístico goza de fama, gracias a las propiedades medicinales de sus aguas provenientes de filtraciones subterráneas. Esta laguna es un tranquilo balneario, ideal para descansar y disfrutar del paisaje, un lugar para pasar un fin de semana desconectado del caos de la ciudad de Lima.

En las orillas de la laguna  se pueden apreciar sus palmeras. Este paisaje tiene increíble montañas amarillas, una al lado de otra, tan imponentes y frágiles que cualquiera podría sentirse en plena tranquilidad.
El hospedaje, en el hostal Casa de Arena las habitaciones no cuentan con nada más que camas, juegos de sábanas, una mesita y agua caliente en baño privado o compartido. El hotel tiene piscina y un bar dónde se vende cerveza, tragos y gaseosas todos los días hasta que se vaya el último cliente.
Una habitación doble está 25 soles por persona,  y si optas en un tour organizado por el hotel de 45 soles por persona en Buggie,  incluye 4 paradas por las dunas. Normalmente un paseo de este estilo costaría entre 30 60 soles por persona. 


El paseo en arenero es indescriptible, especialmente durante las bajadas, Como si uno estuviera en una montaña rusa. Hay una salida a las 10 de la mañana y otra por la tarde, la cual dura aproximadamente dos horas. Durante el día, también se puede alquilar un botecito a remos o a pedales, para pasear en la Laguna con un costo de 20 soles.
Otro tour que ofrece el hostal es el de las bodegas y destilerías de pisco 25 soles, que se realiza por la noche en Buggie y tiene una duración de 3 o 4 horas durante las cuales puedes comprar diversos tipos de Pisco y observar una tradición iqueña como la pisada de uva.
Hay alojamiento para todos los bolsillos y algunos bien económicos como el Desert Nights, a sólo 10 soles la noche pero eso sí en dormitorio compartido.

A unos pasos de la Comisaría, dónde suelen estacionar los taxis y mototaxis, hay un pequeño pasadizo de compras artesanales dónde venden los tragos típicos de Ica: la Cachina  y  Crema de Pisco, envasada en botellas o porrones de 15 20 soles.
A la hora del almuerzo o de la cena se pueden escoger entre los diversos restaurantes que rodean la Laguna. Se puede encontrar por ejemplo menú de 13 soles que incluyen Pizza personal, Pan al Ajo y gaseosa.
Si durante la noche quieren salir a divertirse un rato y no les convence el bar, Casa de Arena es una buena opción.
Este centro turístico cuenta con una historia muy acogedora llamada la Huacachina. Se dice que en tiempos del Imperio Inca vivía cerca de este lugar una joven princesa, que era conocida por todos como Huacca-China (la que hace llorar). Era una princesa con unos ojos verdes, hermosa cabellera y que cantaba de una manera extraordinaria hasta el punto que todo aquel que escuchaba su melodía lloraba, porque ella tenía un secreto y es que su corazón quedó enamorado de un amor no correspondido.
La princesa buscaba un rincón dónde llorar y al hallarse libre, cavaba ante el árbol un hueco donde ponía el dulce nombre de su amor.
En cierta ocasión, en el hueco que había abierto en la arena, ante el algarrobo, se llenó de agua tibia y sumergió su blanca desnudez. Cuando salió del baño, se envolvió en la sábana y al verse en el espejo, descubrió un espía, un cazador, que al ver su belleza, quedó prendado de sus encantos, viniéndose como un furioso, hacia ella.
La princesa huyó entre la vegetación del lugar, en las cuales iba dejando trozos desgarrados de su manto, que por momentos dejaban ver su desnudez. La sábana quedó enredada en un zorzal y la princesa quedó desolada sin fijarse en nada.
Entonces, la sábana abierta se hizo arenal. Siguió huyendo la princesa con su espejo en alto. Cuando quiso dar un salto, tropezó porque su puño padecía de fuerzas haciendo caer el espejo.
Y ocurrió una conmoción, El espejo roto se volvió una laguna y la princesa se transformó en una sirena, que en las noches de luna sale a cantar su antigua canción.
Los residentes de la zona sostienen que existe una corvina encantada, la cual dicen haberla visto, pero por más empeño que hagan, nunca llegan a apresarla en sus redes.
Esta es la mítica historia de la Huacachina, un oasis en medio del desierto, en la ciudad del eterno sol de Ica.
 
Huacachina en el día

 
Huacachina en la noche
 
 
Por Claudia Reynoso

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