Crónica al cementerio Presbítero
Maestro
Las agujas del reloj avanzan al igual que las horas que se
recorren para llegar al cementerio-museo más antiguo del Perú. El sagrado e
imponente Presbítero Maestro recibe a todos los curiosos visitantes que acuden
a él con ganas de conocer un poco más de la historia entrampada y personajes
ilustres que descansan en paz sin ningún deber terrenal y para toda la eternidad.
Fue creado por el escultor, pintor y arquitecto Matías Maestro
por órdenes del Virrey Fernando de Abascal, en 1808. Está sorprendente morada
alberga en el silencio de sus nichos a una infinidad de peruanos. La puerta
principal nos recibe decorada por vendedores de flores.
Para ingresar como un
espectador común y corriente, llevado por la algarabía de los gallinazos y la
funebridad que llena esta pequeña ciudad vestida de luto, hay que pagar la suma
de ocho soles, pero si el ingenio nos gana nos podemos arreglar y preguntar a
los floristas cuál puede ser el método más factible para ingresar a tal recinto
lleno de historia sin pagar un sol. El florista les da la mejor idea, comprar
flores y alegar en la puerta, llena de óxido y de olvido del tiempo, que se va
a visitar al niño Ricardito Spiell, este niño con frac llama la atención de
diversas personas, tiene una historia digna de contrastar con la fastuosidad de
otros insignes y famosos peruanos, señal de esto es que muchísimas personas van
cargadas de fe y esperanza a pedirle algunos favores con la devoción que
caracteriza a los peruanos.
Siguiendo el recorrido se presentan inertes los nichos y
mausoleos llenos de familias viviendo abrazados por la muerte, acechados por aves
vestidas de negro, como guardando luto y respeto a los cuerpos que, después,
serán devorados. Observan impacientes, buscando carne fresca y con una mirada
matadora cuidan sus dominios de los extraños que las rondan.
Los callejones se pierden en el silencio del tiempo, la
tenebrosidad se siente en la piel de los valientes que acuden a ver las
maravillosas obras levantadas en este
lugar perdido en el cronómetro de la muerte. Es un recinto de descanso
espeluznantemente bello donde se alzan tumbas de personajes ilustres. Cual
madres dolorosas, las estatuas abrazan las tumbas bañadas por el olvido del
tiempo inclemente.
En medio del recorrido les da la bienvenida la cripta de los
héroes, la cual se yergue imponente refugiando en sus adentros a quienes, en
algún momento, dieron su vida, cual caballeros templarios, por su patria amada.
Francisco Bolognesi, Miguel Grau y Alfonso Ugarte son algunos de los que
habitan esta morada resplandeciente por la gloria de su muerte.
Unos hermosos ángeles y diversos personajes vestidos de
muerte, con ropas griegas, cuidan distintos nichos, quien las ve con ojos de
artista puede decir que son tan exactos que solo les falta corazón para ser
iguales a un ser humano. Presidentes se imponen en tumbas de las distintas
alamedas y muchos otros, sin nombre, residen allí inquietos en el silencio de
ser conocidos.
Al ser un cementerio muy antiguo, alberga en él muchos
personajes antiguos y lo que puede llamar la atención es que también habita en
él a una niña llamada Emily Hawmman; su tumba está llena de stickers que nos
recuerdan que la muerte no distingue edad, ni clase social; su padre pinta el
jardinel de rojo y blanco, con la sangre de su alma y la paz interior de una
niña inocente, al ritmo del JIPPIE JAY.
El camposanto recobra vida y recibe a familias y curiosos que
van hasta ahí para conocer un poco más de historia enfrascada en un maravilloso
arte arquitectónico del siglo XIX y XX. La gloriosa visita vívida de
experiencias terroríficas y escalofriantes, dado que hay que tener la sangre
fría para no asustarse con las estatuas humanas y la mirada incesante de
ángeles custodios.
La astucia se ve envuelta en olor a flores que ayudan a
adornar más a este recinto encapsulado en el tiempo por el mármol y arte que
aflora en él. Don Juan Tenorio vino desde España al Perú a conocer tan fastuoso
lugar y mostrar sus dotes histriónicas acompañadas del terror que causa visitar
esta máquina del tiempo de noche para ver un teatro lleno
de misterio, amor e historia.
Por Marilin De la Cruz
Estatuas Reales |
Por Marilin De la Cruz
muy bonita experiencia me imagino, a cualquier persona , no le gustaría pasar esta experiencia adrenalínica , pero me encanto te felicito...
ResponderBorrarMuy buena cronica Marilin , me imagino que a sido una gran experiencia e unica , muchas felicidades y sigue asi reina :3
ResponderBorrarInteresante.
ResponderBorrarcreo que son muy pocas las personas que se atreverían a vivir esta experiencia que sin duda alguna única e inolvidable, muy buena crónica felicidades
ResponderBorrarEstuvo muy buena e interesante tú crónica, veo que le pusiste mucho sentimiento y bueno son pocas las personas que se atreverían a vivir esta experiencia, sigue así llegarás lejos :)
ResponderBorrarEres demasiado aventurada en ir a un cementerio tú solita. Creo que lograste captar ese ambiente de miedo e intriga que buscabas con tu crónica, sigue así!
ResponderBorrarme encanto tu crónica, como relatas las pequeñas historias , como describes a las estatuas ... q valiente al ir ahí pues la muerte es muy triste pero misterioss felicidades mari.....
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