domingo, 1 de diciembre de 2013

Testimonio: La magia de mis 15 años


Lo más curioso de mi quinceañero fue que no solo fue una ilusión propia, sino también de toda la familia. Cada vez que nos reuníamos para cualquier acontecimiento, se terminaba hablando de mis quince años.
La más emocionada era mi tía  Manuela,  desde que tenía  5 años no paraba de hablar de ese gran día. Transcurrieron los años y al cumplir 14 años todo se comenzó a alistar.
En el 2006, el año del esperado quinceañero todos mis familiares y amigos comenzaron a ofrecer cosas para la grandiosa fiesta. En la hermandad de  Santa Rosa, de la cual formábamos parte  mi mamá y yo, todas las señoras pusieron su granito de arena. Una de ellas me regaló los zapatos, otra la torta, otras colaboraron con dinero.
Lo más bonito de todo fue que colaboraron con propia voluntad. Otra señora me prestó su casa y lo único que falto para que fuera completo fue la presencia de mi padre, que por circunstancias de la vida no pudo o no quiso estar presente en ese día tan importante. Sin embargo, su presencia quedo disminuida por al omnipotente presencia de mi abuelito, quien me brindo unas hermosas palabras.

A la que agradezco más es a mi madre que de acuerdo a sus posibilidades me celebro una hermosa fiesta.

Por Marilin de la Cruz

No hay comentarios.:

Publicar un comentario