martes, 3 de diciembre de 2013

ENTREVISTA: Sin apoyo logró salir adelante y ahora es transportista


Entrevista a Julián Cisneros Ramírez


Te he estado observando desde que bajaste de aquel vehículo con franjas de color rojo, naranja y amarillo. Tu sonrisa es radiante. Tus ojos lucen frescos, pero al mismo tiempo cansados. Supongo que es por las horas de trabajo. Me encuentro ahora contigo. Es tu horario de descanso. Me cuentas que tienes tan solo un par de horas. Me das 40 minutos para poder responder mis preguntas. Entre risas y conteos de cronómetro, me dices una vez más que el tiempo corre y que entre poco debes reincorporarte a tus labores de rutina diaria.

Conozco parte de tu vida. Sé que perdiste a tu madre de pequeño. ¿Muy complicado cierto? Abres los ojos como lupa, haces un gesto de duda y tristeza. Me cuentas que cuando esto sucedió tenías apenas 13 años, que la muerte de tu madre fue repentina, que no te afectó tanto como a tus otros cuatro hermanos, porque eras tú el mayor y el que más preparado para la vida estaba. Mencionas de igual manera que es un dolor inmenso, pero que ese fue tu motor y motivo para salir adelante. Dices que trabajabas desde muy pequeño, siempre con el fin de aportar alguna platita extra para el hogar.

A raíz de la muerte de tu madre, viajaste a Lima. Tú radicabas en Huánuco. Llegaste a la capital con el fin de culminar tus estudios secundarios y trabajar para ayudar a la mejora de educación y calidad de vida de tus hermanos y padre. Entonces quiero preguntarte, cuál fue tu primer trabajo. Levantas pecho y el ambiente se vuelve más ameno. Me cuentas que comenzaste como ayudante de una tienda de abarrotes, que te encargabas de abastecer mercadería desde los 13 años. A tus 18 años lograste independizarte y conseguiste capital de tu primer y único patrón, persona con quien trabajaste cinco años.

Me dices que te cachueleabas vendiendo golosinas para los puestos de diferentes mercados. Por bolsa o caja te podías ganar 10 céntimos o hasta 1 sol y para ti eso era suficiente. Recuerdas que en una etapa de tu vida, cuando buscabas crecer, te enfermaste de una terrible enfermedad, pero que lograste superarlo con un tratamiento.

_Cuéntame, te digo, ¿cuál fue tu primera decepción como negociante?
_Uy!_ exclamas_. Recuerdo haber viajado a Arica, Chile, con el fin de comprar golosinas cuando de repente aparecieron dos tipos y me asaltaron parte del capital que llevaba conmigo. Ello me llenó de mucha ira.

Sé que viajaste al extranjero. Te pregunto si ello fue parte de tu independización? Asientes con la cabeza y me dices que fue una hermosa experiencia. _Viajé al Japón, Tokio, con mi grupo de amigos del colegio, pues uno de ellos tenía descendencia japonesa y me llevó para allá sabiendo que buscaba un mejor futuro. El ser responsable y el tener las agallas que pocos tienen, me hizo conocer muchos lugares ricos en cultura y sobre todo me permitió obtener el capital que necesitaba. En Tokio trabajé en limpieza y en maquinaria pesada. Ello siempre me apasionó.

Le pregunté cuál fue su secreto para tener éxito. Me dijo que fue fundamental dedicarse por completo a lo que siempre añoró. El ahorro fue fundamental, el ser metódico de igual manera y la responsabilidad que siempre practicó desde muy pequeño.

Indagué sobre si tenía un modelo de superación, a lo que respondió: _Por supuesto: mi gran abuelo, pese a no tener absolutamente nada, lo tuvo todo; logró superarse, logró mejorar su calidad de vida para él y para su familia. Fue una persona muy exitosa, muy aguerrida, muy admirable. Fue mi modelo a seguir.

Repentinamente se asoma uno de tus tres vehículos, aquel que compraste en 1991. Me cuentas que es tuyo. Sonríes y dichoso me dices: _Esta fue mi primera herramienta de trabajo, fruto de mi primera inversión.

 Me dices que seguro es lo que todo mundo siente cuando consigue algo con tanto esfuerzo. Me aconsejas que nunca deje de soñar, que nunca deje de desear, que persiga mis anhelos y que jamás flaquee. Entonces, te refuto y te pregunto cuáles son tus adversidades. Suspiras y me dices que lo común son los accidentes, fallas mecánicas, las ordenanzas que cambian en corto plazo, las revisiones técnicas.

Y es que el negocio es rentable, pero requiere mucha dedicación y cuidado, sin embargo, como transportista te sientes realizado,  pues sientes que estas contribuyendo con el desarrollo de tu país. Te veo fortalecido por un bien económico muy rentable y provechoso. Luego añades: _deseo seguir en este medio por mucho tiempo más.

Te digo que la dicha abunda en ti y te pregunto, ahora, qué opinión tienes sobre las muy sonadas foto papeletas. Respondes sereno y me dices que estás de acuerdo, que es una contribución para el transporte urbano, ya que consiste en un mayor control y manejo de paraderos establecidos, medición de velocidad y carriles autorizados, sobreguarda las acciones de los peatones y conductores, etc., pero que desearías, como muchos colegas, que estas cámaras se encuentren en lugares viables y  que fuera bueno que los policías no anden cambiando de un lugar a otro sin dar señalizaciones.

De pronto, nuestra entrevista es interrumpida por tu celular. Me cuentas que ya es hora de tu retornar a la empresa.

Por Valerie Cisneros Lizano.

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