lunes, 2 de diciembre de 2013

Crónica: La tranquilidad de las olas


Se siente la brisa del mar, ese olor particular que hace reconocer que estamos cerca a nuestro destino: “Agua Dulce”; la playa más popular de Lima. Se llega a ver a la distancia el mar, acompañado de la soledad. Al llegar, veo cómo las olas revientan con un solo golpe seguido de un murmullo uniforme que se va perdiendo.
Si hablamos de playa, lo primero que se viene a la cabeza es agua, sol y arena. Al llegar, se puede apreciar cómo las olas vienen con tanta velocidad, y al llegar,  la marea va subiendo reventando en las piedras con tanta rudeza. Al encontrarse allí, lo primero que pisas es arena áspera, con tan solo tocarla, te da la sensación  de sacarte los zapatos y enterrar los pies.
Observar detenidamente el mar y su grandeza. El atardecer que ni en las mejores películas se ven. Ese hermoso mar que tiene  tanta profundidad que te hace sentir tranquilidad. El   simple hecho de estar ahí, sentada, da una sensación de libertad. Tu mente se despeja, se liberan  tus problemas, y se deja atrás tus tristezas. Por todo esto, te das cuenta que las mejores cosas no tienen precio. Bien dicen que en el mar la vida es más sabrosa y no se equivocaron.
A lo lejos se puede ver a los surfistas desaparecer en medio del mar. Tanto puede ser su pasión por ese deporte, al punto de arriesgar su vida, pero a la vez se puede apreciar adrenalina pura encarnada en un ser humano flotando en el agua, tratando de esquivar olas o sumergiéndose en lo más hondo.
Ese día, el sol estuvo ausente, por más que luchó para tratar de salir, en medio de esas nubes que le impidieron relucir, pero por más esfuerzo que hizo durante toda esa tarde, no logró zafarse.
En el transcurso, se ve caminando un vendedor de helados, tal vez con la esperanza de vender algo, pero así como vino se fue. Al parecer, no fue su día. Dicen que el mar tiene vida propia, por el simple hecho de ver cómo viene y va. Se ve los barcos flotando como si estuvieran abandonados.

Tal vez no sea la temporada perfecta para disfrutar de la playa, con el sol y la arena, pero sí el lugar indicado para reflexionar. A falta de personas, se puede escuchar el sonido del mar, el cantar de los pelicanos hasta el sonido de la brisa. Bien puesto tiene el nombre “Agua Dulce”. Pero no todo es agua, arena. También nos encontramos con un hermoso malecón y al retirarse podemos apreciar sus enormes esculturas.


Agua dulce


Por Rubi Neyra

8 comentarios:

  1. Buena crónica Rubi, sigue asi y llegaras lejos. :)

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  2. Muy buena crónica mi estimada, haz logrado transportarme al lugar de los hechos narrados por tu pequeña y sabrosa descripciones que aplicaste en tu crónica , es maravilloso como la naturaleza puede hacer todas estas cosas. espero que sigas redactando así con ese estilo peculiar que tienes , suerte y éxitos

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  3. Me alegra mucho lo que estas logrando y haciendo Rubi :) exitos y no te olvides de nuestros planes

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  4. Muy bonita crónica , excelente redacción , es como si me pudiera transportar hasta la playa con lo que has escrito , sigue así y muchas felicidades :3

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  5. Muy buena cronica Rubi, me trasladaste hasta la playa, buena redacción sigue así

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  6. Muy buena redacción colega, sigue así y serás la mejor :)

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  7. jajaja sentí como si estuviera en la playa, muy buena tu crónica Rubi, genial :)

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  8. Me transportaste a la misma playa. Me hiciste incluso sentir el ruido de las olas y la calma que se siente estar en la arena y dejar ir todos mis pensamientos, me alegro que seas tan buena redactora, excelente!

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