Se
siente la brisa del mar, ese olor particular que hace reconocer que estamos
cerca a nuestro destino: “Agua Dulce”; la playa más popular de Lima. Se llega a
ver a la distancia el mar, acompañado de la soledad. Al llegar, veo cómo las
olas revientan con un solo golpe seguido de un murmullo uniforme que se va
perdiendo.
Si
hablamos de playa, lo primero que se viene a la cabeza es agua, sol y arena. Al
llegar, se puede apreciar cómo las olas vienen con tanta velocidad, y al llegar, la marea va subiendo reventando en las
piedras con tanta rudeza. Al encontrarse allí, lo primero que pisas es arena
áspera, con tan solo tocarla, te da la sensación de sacarte los zapatos y enterrar los pies.
Observar
detenidamente el mar y su grandeza. El atardecer que ni en las mejores
películas se ven. Ese hermoso mar que tiene tanta profundidad que te hace sentir
tranquilidad. El simple hecho de estar
ahí, sentada, da una sensación de libertad. Tu mente se despeja, se
liberan tus problemas, y se deja atrás
tus tristezas. Por todo esto, te das cuenta que las mejores cosas no tienen
precio. Bien dicen que en el mar la vida es más sabrosa y no se equivocaron.
A lo
lejos se puede ver a los surfistas desaparecer en medio del mar. Tanto puede
ser su pasión por ese deporte, al punto de arriesgar su vida, pero a la vez se
puede apreciar adrenalina pura encarnada en un ser humano flotando en el agua,
tratando de esquivar olas o sumergiéndose en lo más hondo.
Ese
día, el sol estuvo ausente, por más que luchó para tratar de salir, en medio de
esas nubes que le impidieron relucir, pero por más esfuerzo que hizo durante
toda esa tarde, no logró zafarse.
En
el transcurso, se ve caminando un vendedor de helados, tal vez con la esperanza
de vender algo, pero así como vino se fue. Al parecer, no fue su día. Dicen que
el mar tiene vida propia, por el simple hecho de ver cómo viene y va. Se ve los
barcos flotando como si estuvieran abandonados.
Tal
vez no sea la temporada perfecta para disfrutar de la playa, con el sol y la
arena, pero sí el lugar indicado para reflexionar. A falta de personas, se
puede escuchar el sonido del mar, el cantar de los pelicanos hasta el sonido de
la brisa. Bien puesto tiene el nombre “Agua Dulce”. Pero no todo es agua,
arena. También nos encontramos con un hermoso malecón y al retirarse podemos
apreciar sus enormes esculturas.
Agua dulce |
Por Rubi Neyra
Buena crónica Rubi, sigue asi y llegaras lejos. :)
ResponderBorrarMuy buena crónica mi estimada, haz logrado transportarme al lugar de los hechos narrados por tu pequeña y sabrosa descripciones que aplicaste en tu crónica , es maravilloso como la naturaleza puede hacer todas estas cosas. espero que sigas redactando así con ese estilo peculiar que tienes , suerte y éxitos
ResponderBorrarMe alegra mucho lo que estas logrando y haciendo Rubi :) exitos y no te olvides de nuestros planes
ResponderBorrarMuy bonita crónica , excelente redacción , es como si me pudiera transportar hasta la playa con lo que has escrito , sigue así y muchas felicidades :3
ResponderBorrarMuy buena cronica Rubi, me trasladaste hasta la playa, buena redacción sigue así
ResponderBorrarMuy buena redacción colega, sigue así y serás la mejor :)
ResponderBorrarjajaja sentí como si estuviera en la playa, muy buena tu crónica Rubi, genial :)
ResponderBorrarMe transportaste a la misma playa. Me hiciste incluso sentir el ruido de las olas y la calma que se siente estar en la arena y dejar ir todos mis pensamientos, me alegro que seas tan buena redactora, excelente!
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