La sociedad está acostumbrada a ver a una mujer luchar por la tenencia de
sus hijos. En el caso de Alejandro Solórzano Pizardo es diferente. El busca la
tenencia de ellos. Me responde indignado que la que le puso la demanda fue ella.
Si bien la sociedad está siempre acostumbrada a ver a madres que luchan por sus
hijos, no se dan cuenta que en el país hay muchos padres que también buscan lo
mismo. Lamentablemente, hay personas que han tenido hijos, pero nunca se han
preocupado por ellos y para obtener estos derechos de madre se victimizan
delante de un juez o de una persona y, a veces, llegan hasta a corromperlos.
Cada vez que tocamos el tema del juicio por
sus niños, veo sus ojos llenarse de rabia, un gran vacío en su alma y una
cólera guardada. Me comentó que es la indignación que lo embarga al recordar
que ella se llevó a sus hijos intempestivamente y que no está pensando en su
bienestar, ya que a ella no le importó abandonarlos cuando ellos no podían ni
defenderse. Eran niños inocentes y ahora se quiere hacer la víctima frente a
una jueza
También me comenta que su corazón le dice que
ella maltrata a tus hijos. Yo le digo que en esta situación no bastan las
corazonadas, sino también pruebas para que sustente lo que dice. La mejor
prueba, según él, son las llamadas que ha podido grabar, donde, ninguno de los
familiares de la madre de sus hijos se los quiere pasar y a lo lejos escucha la
voz suplicante de su hija que dice: “no quiero estar acá. Llévenme con mi papi.
En este momento, se le caen algunas lágrimas y me voy dando cuenta de cuán
grande puede ser el amor de un padre hacia un hijo.
Los padres cometen muchos errores, ya que en
este mundo nadie es perfecto, y estos traen terribles consecuencias, ¿Cuál crees
que fue el mayor error que ella cometió? Me cuenta, un tanto decepcionado, que
la vida de ella, antes de conocerlo, era un poco alocada y, lo peor fue que,
aun siendo su pareja, seguía haciendo una vida de soltera. Me dice que le permitió muchas cosas, entre
ellas, que consumiera drogas y, si bien él le dejó en claro que no le entraba a
eso, ella lo siguió haciendo, pero ella, para quedar bien delante de su
familia, intenta hacerle quedar mal echándole toda la culpa de sus errores.
Resignado dice que, obviamente, su familia siempre le va a creer a ella y que
por ese lado no puede tener ninguna esperanza.
Si existe la justicia en este país, ¿Cree que
la sentencia será favorable para ti? Me quedo sorprendida al escuchar su
respuesta, ya que al escucharle hablar sobre el juicio, estaba casi segura que
confiabas en salir victorioso en este trago amargo.
Su respuesta fue muy contundente. Un “no” salió
presuroso de su alma herida y fue ahí que entendí que, aunque no crea en la
justicia de este país, tiene una leve esperanza y como dice el dicho: “La
esperanza es lo último que se pierde” Dice que la justicia en este país es muy
manipulable y, por lo tanto, muy fácil de sobornar. Me explica que todo esto se
va a tornar muy tenso, debido a que su caso será expuesto en algunos medios; que
cree que va haber una arremetida de parte de la jueza, la cual ha denunciado en
los medios y si es así, está casi seguro que no le dará la tenencia de sus
niños. Veo que el solo hecho de pensar que no le van a dar la tenencia, lo
aflige mucho. Me dices que hará y recorrerá todas las instancias posibles y
que, si es posible, luchará por ellos en una corte internacional. Todo con el
fin de, algún día, estar al lado de sus hijos y recuperar la felicidad perdida,
la cual le fue arrebatada por esos sinsabores de los cuales la vida está hecha.
Vuelve a tocar el tema de la corrupción en la justicia y en el país en general.
Me comenta que estudias Derecho y veo que no solo se ha quedado en ser un simple espectador en el juicio,
sino que también, ha decidido, de algún modo, participar en el juicio y que,
con esto, se ha podido dar cuenta que ese mundo está lleno de compañerismos,
amiguismos. El colmo de todo esto es que la solidaridad les sirve para taparse
unos a otros, y así cobrarse, en el momento preciso los favores concedidos.
Los niños siempre sienten más apego con la
madre que con el padre. Se dice que es un lazo natural y que nada ni nadie lo
puede romper ¿Al regresar a tu lado, crees que se sentirán a gusto y estarán
tranquilos? Le pregunto. Al escuchar a su hija, el día en que fue a la casa de
su madre, se pudo dar cuenta que ella está esperando que en cualquier momento él
llegue a recogerla. Esto le causa tristeza, ya que si dependiera de él, lo hubiera
hecho hace tiempo, pero es la madre de ellos la que no deja que hable ni que
los vea, pero sabe que ellos se sienten mil veces mejor viviendo con él que con
su mamá. Esto es porque las veces que su madre iba a la casa del padre a ver a
sus hijos, la niña prefería subir a ver TV con su padre y le decía a ella que si quería se podía ir y,
es que, en realidad el que tiene una gran conexión con sus hijos es él.